Mudanza
Pues eso, que me he cansado del saludando desde el otro lado que se mueve de un lado a otro y he decidido mudarme. Cambiad vuestros links.
http://www.livejournal.com/users/mrs_jones
Supongo que volveré aquí algún día, de todas formas... (cuando me aburra del otro XD)
Cuentos de niños
Es duro vender libros. La gente se pelea por ellos y tienes que separarlos. "Tranquilos, tengo otro ejemplar de Harry Potter y el cáliz del fuego". O cuando llegas a las 6 para abrir la caseta y ya están todos allí, esperando, y casi ni te dejan entrar. Te ven y ves sus caras que se llenan de ilusión "está ahí!!! es ella!!!", y te aclaman mientras tu tratas de encontrar la puerta. La fama tiene estas cosas.
Vale, supongo que nadie se lo habrá creído. No hay nadie tan inocente como para pensar que a la gente le hace ilusión comprar un libro. Pero jo, hay personas que de verdad lo hacen. Menos de las que deberían, cierto, pero alguien hay. Adultos y niños. Los niños siempre quieren, a los niños les gusta leer (a unos más y a otros menos) y las estadísticas dicen que es entre los 7 y los 14 años donde hay más lectores. Y te preguntas qué pasa luego.
Son los padres, siempre los padres, que dicen a sus hijos "¿este? este es muy gordo, no eres capaz de leerlo", o que es muy caro (hay padres que creen que los libros infantiles tienen que ser más baratos porque son literatura "menor", pero hay libros que valen mucho más de lo que cuestan).
No todos los padres son así. Muchos cogen los libros que quieren sus hijos sin mirarles el precio (diferencias entre ser rico y pobre, supongo), porque al fin y al cabo es mejor concederle al niño el capricho de un libro que comida-basura o videojuegos.
Y hay niños concienciados. Que riñen a sus padres "no toques, papá, que lo estropeas".
PD: Si queréis saber de qué hablo, pasáos por la feria del libro de Vigo (o la que tengáis más a mano), y en la caseta 22, la de la Librería Mañán, encontraréis a Mrs Jones enterrada entre libros infantiles.
Post-exámenes
Estoy dormida, así que no esperéis coherencia en este post. Fin de exámenes. Salir. Dormir tres horas. Y no sé por qué no estoy echándome una siesta.
Últimamente pensamos mucho. En la vida, nuestra vida, pasado y futuro (casi nunca presente, necesitamos deportes de riesgo o que un profesor loco levante un dedo y nos pregunte qué le falta a este momento para vivir el presente que de todas formas sabemos que no existe). Carpe diem, sí, carpe diem, odio a la gente que utiliza esa clase de tópicos (espíritu elitista "soy mejor que los elitistas que se creen mejores pero no lo son" a la superficie), carpe diem, tío, uh, yo no me preocupo por el futuro ni por el pasado porque soy así de guay. Puaj.
Pensamos en que nos hacemos mayores, inevitablemente, siempre, poco a poco cada vez más rápido, y en que asumimos responsabilidades casi sin darnos cuenta, pero muy conscientes de ello. Y nos dispersamos, tomamos decisiones que nos cambiarán, conocemos gente y perdemos gente, pero la gente que pierdes la habrías perdido igual, ¿verdad?
Y buscamos un sitio, un lugar del que poder decir que somos, en el que todo sea como queremos porque al fin seremos algo. Todo cambia, el mundo se mueve, nosotros nos movemos, nos cruzamos, trazamos líneas a través de países y minutos.
Queremos ese lugar en el que hay melodías pegadizas y luces de colores, en el que la gente sea como tú pero distinta, en el que poder ser peculiares, queremos aficiones raras, queremos pintar muebles y escribir cuentos ilustrados.
Pero cuando duermes poco sudas y no hay luces de colores y sólo quieres dormir. Pero no lo haces. Tantos pensamientos que se agolpan, tantas ganas de todo, tan limitados por nuestra rutina del sueño.
Y que nadie me malinterprete. A mí me gusta dormir. Me encanta.
Teenager
Falta un mes y un día para mi crisis. Pero me estoy preparando. Me lo quiero tomar de forma natural (¿es posible?). He empezado a hacerme un disco que me recuerde que siempre seré una adolescente. Quiero que tenga 20 canciones, todas con la palabra "teenage" (o derivados) en el título, menos la última, que será "20" de Travis. Os pongo las canciones que tengo y os dejo que me hagais sugerencias (da igual si no pone "teenage" pero pone "boy", "kid", "child" o cualquier referencia a la infancia.
Guided by voices -
Teenage FBI
Snow patrol -
Sticky teenage twin
Camera Obscura -
Teenager
David Bowie -
Teenage wildlife
The Jeevas -
Teenage breakdown
Loudermilk -
Teenage desperation
Placebo -
Teenage angst
Weezer -
Teenage victory song
Sin esa palabra también hay algunas pensadas:
The Delgados -
Child killers
Kings of convenience -
Little kids
David Bowie -
Young Americans
The Divine Comedy -
Too young to die
Turin Brakes -
Future boy
Y si cuando finalmente haga el disco tengo un día fatalista pondré "Help the aged" de Pulp... Pero esa canción aún no me representa, ¿verdad?
Y ya que estamos con Pulp, acabemos con ellos.
Remember, it's ok to grow up, just as long as you don't grow old
¡Viva Escocia!
Ayer fui a un concierto. Un concierto muy corto (una hora escasa), aunque como entré gratis pues me dio igual. Pero no es esa la razón por la que me dio igual. Fue porque después del concierto estuvimos como media hora hablando con ellos, tras la puerta de los camerinos (que, quien conozca La Iguana, sabrá que lleva a unas escaleras en las que nos sentamos).
Supongo que alguien ya se estará preguntando quiénes tocaban. Astrid. ("¿Quién?"). Astrid son cuatro escoceses, y como escoceses que son, son buena gente. Firman cosas, sonríen, y te cuentan que el día anterior uno de ellos cumplió años (25), y cuando le vas a decir lo que aparenta te mira con cara de dolor y te dice "don't say I look like thirty!". Todo con acento escocés, claro. Supongo que hace ilusión que la gente te admire.
Pero había algo raro. Cuando se subieron al escenario reconocí a dos (un cantante y el bajista), el batería no me sonaba y el otro cantante (el pequeño Andrew) estaba segura de que era nuevo. Antes había otro. En el libreto del disco pone que Astrid son: Charlie, Willie, Gareth y Neil. ¿Y Andrew? ¿Y por qué el batería firma como Marcus?
(Los que quedan son los del medio)
Hoy descubrí lo que pasó y me puse un poco triste. Menos mal que no les pregunté por Willie.
Lo contaré en otro post.
El callejón
Hoy fui a la playa y me bañé. El primer baño del año (rima!) y ya sé que es tarde para vivir a tres kilómetros del agüita, pero aún no se habían dado las circunstancias precisas. Siempre que había día de playa yo no tenía nada que hacer, así que no iba. Hoy, por fin, como tenía que estudiar, pues fui.
Descubrí que, efectivamente, había esperado demasiado. ¿Por qué está ya todo el mundo negro? ¡No es justo! (y no, no es un comentario racista aunque lo parezca :S). Y yo con mi piel blanquita de noble del siglo XVII, pero resulta que ya no está de moda. En fin.
Pero hice más cosas. Por la mañana fui a la Policía. Y todos os preguntaréis expectantes "¿a qué?". Os lo diré. Fui a denunciar un robo. Sí, ayer por la noche un ser malvado me acorraló en un callejón sin salida (porque siempre estás en ese tipo de callejones cuando te acorralan) y me robó mi más preciado tesoro. Sí, lo habéis adivinado, me arrancó de la cazadora mi chapa de OCS!!! Pero yo me resistí, no creáis que le fue fácil. Ahora es manco. Por eso será más fácil reconocerlo. Pues eso, que fui a la Policía y han desplegado todas sus fuerzas por Vigos y bisbarra para localizar al ladrón.
Mmm... ¿no os lo creéis? Bueno, si os parece más creíble, os diré que fui a hacerme el pasaporte, pero la verdad sabemos todos, querid@s periodistas, que nunca es lo más entretenido.
Y eso es todo. También estudié un poquito. A Tintín y Superman.
En el cole
Acabo de leer el diario de Stuart (porque lo publica, no porque se lo haya robado) y hablaba de su colegio. Se intentaba acordar de la gente. Y daba una lista bastante larga de nombres.
Es raro pensar en la etapa de Primaria. Tanta gente de la que ya no sabes nada. Te preguntas qué habrá sido de ellos. Y cuando me puse a recordar los nombres, increíblemente descubrí que me sé los primeros nombres de la lista de clase de 2º de EGB:
Andrea
María
Silvia
Lorena
Ana (yo!)
Verónica
Conrado
A partir de ahí ya no sé más. Por lo menos en orden. Pero tengo orlas de esas cutres (fotocopias de fotos de carné que pegábamos y a las que les dibujábamos algo alrededor) y me da miedo cogerlas. ¿Y si no recuerdo los nombres? Pero creo que sí.
Y luego hay que recordar más cosas. Quién era cada uno. Qué fue de ellos. Andrea, María, Silvia y Verónica eran de San Cibrán. Andrea tenía una hermana idéntica a ella, María tenía 7 herman@as, Silvia era más bien gorda (los niños somos crueles), Verónica pequeñita... Lorena y Conrado eran de Donas. Conrado era todo un personaje, y no sólo por el nombre. Era el típico niño flaco y con gafas al que el cambio de voz le duró varios años y siempre tenía gallitos. Llegó a la adolescencia y se hizo heavy. A los 13 años ya llevaba camisetas de Nirvana.
Y no sé nada de ellos. Sólo algo de María, que ahora vive en Porriño, pero tampoco es que sepa mucho.
Qué lejos está todo, lo de dar vueltas al colegio como si fuésemos un rebaño y jugar a la cruceta o al potro. No es que lo eche de menos. Tiendo a caerme jugando al potro.
