El ritmo de tus pausas
A veces se le saca un beneficio insospechado a esto de estudiar. El otro dÃa, leyendo mis apuntes de Linguaxe Audiovisual, encontré en una de las páginas, escrito a lápiz con mi letra, una frase escrita. PonÃa "Te recibo altamente". Que nadie me pregunte qué significa ni por qué lo escribÃ. No tengo ni idea. Pero hoy le he sacado provecho en la parte de atrás de una hoja de calendario.
EL RITMO DE TUS PAUSAS
Te recibo altamente. Tu voz llega de forma clara hasta mis oÃdos. Es increÃble, sÃ. Me encanta escucharte, seguir la melodÃa caracterÃstica de tus palabras, esa entonación tan tuya. Creo que hablas demasiado rápido, pero no importa. Es extraño todo, pensar que entre nuestros cerebros hay un espacio tan amplio. Preguntarnos cuántos cerebros hay entre los nuestros, y qué clase de interferencias crean. A veces me parece oÃrlos al fondo de tus palabras, haciendo que digas cosas que piensan otros. No importa, claro. No importa porque entre nuestros cerebros no sólo hay otros cerebros, sino que también hay galaxias y planetas y miles de sistemas concéntricos. Y no importa porque utilizamos códigos distintos, y yo no puedo entender lo que dices, lo que enuncias, lo que se esconde tras el ritmo de tus pausas.
Una pieza más
Ayer fuimos al cine a ver Bon Voyage (muy recomendable, por cierto), y al volver estuvimos hablando de filosofÃa. ¿FilosofÃa? Supongo que en el fondo no. Hablamos simplemente del universo y de sus lÃmites, de las muñecas rusas, de qué somos, de la evolución...
Recordé que cuando era pequeña pensaba muchas veces en el universo e intentaba concebir el infinito. Es imposible, claro. A mi mente le daba rabia todo esto, no ser capaz de poder pensar en el universo entero a la vez. Pero siempre supe que el infinito era lo único posible, porque a pesar de no ser capaz de "pensarlo", mi razón me dice que existe. Porque lo que nunca seré capaz de concebir es la nada. Porque, supongamos que el universo tiene un fin, hay un muro que dice "Fin del universo". ¿Qué hay al otro lado? DeberÃa haber algo...
Al llegar a la habitación continué pensando en todas estas cosas, y apareció el concepto de Dios. Y pensé que lo único que hay es la naturaleza, y si uno quiere personalizarla llamándola dios, pues adelante. Pensé en la Historia, en la evolución de las especies y en lo complejo de todos estos sistemas. También en el hombre y lo que habÃa hecho.
Se me ocurrió que al final siempre vencerá la Naturaleza porque es más fuerte. Y me sentà un poco mejor, sabiendo que el hombre no acabará con ella, sólo con él mismo.
Y creer en algo, en esa fuerza o en Dios o en lo que quieras, no significa tener que rezar, porque la Naturaleza es sorda. Es sólo vivir sabiendo que formas parte de un sistema, que eres sólo una pieza más, que eres útil pero no imprescindible. Y sentirte parte de todo eso.
Es otro de esos pensamientos grandes, difÃciles de concebir.
Cartearse con un genio
Este año se cumplen 20 años (valga la redundancia) de la muerte de Julio Cortázar. También, dicho sea de paso, se cumplen 20 años de mi nacimiento. Con este motivo (el de Cortázar, no el de que yo haya nacido, aún no se me hacen homenajes) El PaÃs publicó ayer un mini-reportaje sobre él y la correspondencia que mantuvo durante 6 años con una poeta cubana (30 años más joven que él...).
¿Qué tiene esto de importante? Supongo que no mucho, sirve para que curioseemos un poco en la vida personal de Cortázar, en su opinión sobre Yoko Ono ("esa jodida japonesa") y su música ("la nena esta no tiene ni idea" o algo asÃ), jiji, o en su idea sobre la revolución cubana y cosas por el estilo.
A mà me hizo ilusión leer los fragmentos de esas cartas que se publicaban, porque parece ser que Cortázar escribÃa cartas igual que relatos, y eran preciosas, hablaba de relámpagos y de pelusitas.
Y pensé en lo maravilloso que debe ser recibir cartas asÃ, de un genio como fue Julio Cortázar, que ha escrito eso pensando en ti, que te mande sus relatos o sus libros antes de publicarlos para que le des tu opinión (sÃ, tú, pobre mortal), que te diga explÃcitamente que tal o cual cuento está insipirado en ese viaje que hicisteis juntos... que tú eres un personaje.
Cortázar, ese hombre que escribÃa sobre el oso de las cañerÃas, sobre un tipo que vomitaba conejitos blancos, sobre el camello Guk (que morÃa asÃ: "Va cerrando los ojos mientras se pone el sol. De su nariz brota una burbuja que dura un segundo mas que él"), sobre tantos mundos mágicos y perfectos...
Mi etapa de enamoramiento de Cortázar fue más intensa durante el verano del 2002, pero aún sigue. Aún me quedan libros y cuentos por descubrir. Aunque a mà ya nunca me vaya a escribir cartas.
Stuart Murdoch hizo footing de noche
No querÃa empezar tan pronto con mis obsesiones, pretendÃa dejar pasar algunos posts más para después, poco a poco y sin que nadie se diese cuenta, ir introduciendo a mis oceanitos (OCS), mis teorÃas sobre el egoÃsmo (que ya me salió ayer un poco, de todas formas), Peter Pan y la vida según los Simpson, mis contactos con Lennon (entenderé cualquier sonrisilla malévola como simple envidia :P), mis sueños y el
diario de Stuart Murdoch.
Pero estas dos últimas obsesiones, mis sueños y Stuart Murdoch, se juntaron esta noche, asà que supongo que deberÃa hablar de él.
Stuart Murdoch es, para quien no lo sepa, el cantante-compositor de B&S. El jefe, vamos. Belle & Sebastian son un grupo importante en mi vida, porque sus letras son simplemente perfectas. Stuart Murdoch tiene, además, un diario en su web, que tiene bastante que ver, por cierto, con el hecho de que yo haya empezado un blog (pero esto ya lo contaré otro dÃa).
Pues eso, que esta noche soñé con Stuart Murdoch, y no sé muy bien qué. Al despertarme no me acordaba, me di cuenta mientras hacÃa la cama, porque por alguna razón mi imaginación se desvió hacia él, y de pronto vino una imagen a mi cabeza: un primer plano de su cara, de perfil, un pelÃn colorada porque estaba corriendo.
Pensé: "¿has visto esta imagen alguna vez?" y me contesté "no, que yo sepa", pero estaba tan cercana... Y entonces recordé que lo habÃa soñado. Que yo estaba con alguien en algún sitio (no me acuerdo de nada) y de pronto yo veÃa ese primer plano (era como una pelÃcula, él estaba lejos pero yo veÃa un primer plano) y descubrÃa a Stuart Murdoch haciendo footing. Y entonces yo gritaba "Stuart!!!" y él se paraba, con aire de "malditas fans, no me dejan hacer nada".
Y no recuerdo mucho más, sólo una ligera sensación de que al final le acababa cayendo bien (uf) a pesar de ser una fan tonta XD.
Y hoy no sé qué soñaré.
No nos gusta el gris
Hay profesores que te motivan, y hay profesores que no. Algunos consiguen que quieras salir de clase e ir a la biblioteca a ver libros sobre su asignatura, o que salgas de clase con un impulso creativo enorme; y otros consiguen, simplemente, que quieras salir de clase.
Hay un profesor que me motiva (vale, hay más) y que me da rabia. Porque en realidad sus clases son un poco estúpidas. Llega tarde, y al acabar te preguntas para qué has ido, con lo bien que estabas durmiendo. No es que sean clases aburridas, no, sólo que te preguntas qué aportan. Este profesor da clase de
Xéneros interpretativos e de opinión na escrita (¿por qué siempre nombres tan largos?) y no sé si es por él o porque la asignatura es bonita, pero es en la que más disfruto haciendo los trabajos.
Él siempre sonrÃe y hace bromas, y nos dice que somos artistas, que sólo por hacer esta carrera (Periodismo, por cierto XD) ya somos artistas. Y supongo que a veces necesitas esa clase de motivación. Necesitas que alguien anime al artistita que se esconde en nuestro interior. Supongo que por lo menos en mà también tiene que ver con mi estúpido individualismo y creciente egocentrismo (oh, dios, es que me creo demasiado importante... XD), pero me encanta sentirme artistilla.
El otro dÃa me dijo que los errores no importaban, que estaban bien, que era mejor arriesgarse y equivocarse que entregar un texto correcto pero gris. Y piensas que asà sà que te gustarÃa ser periodista de prensa escrita.
Porque no nos gusta el gris.
Fountains of Wayne (constatación de que aún soy joven y entusiasta)
No iba a escribir hoy, pero me acaban de regalar dos horitas con las que no contaba (no tengo alemán!), y en vez de estudiar algo de literatura para el examen de mañana, pues me dedico a escribir aquÃ.
El otro dÃa me acosté un poco preocupada, de pronto me di cuenta de que aún no habÃa hablado nada de música en ningún post. Y pensé que tal vez me estuviese haciendo vieja -tema recurrente- y me estuviese dejando de entusiasmar con las cosas. ¡Pero no!
Ayer por la tarde estaba escuchando la radio mientras estudiaba (mala elección, lo sé) y estaban entrevistando a un grupo yanki llamado Fountains of Wayne. HabÃa oÃdo hablar de ellos pero no tenÃa ni idea de a qué sonaban... Pues me encantaron. Son una especie de folk-rock a medio camino entre Bob Dylan y Simon&Garfunkel... muy potitos.
Bueno, hace un precioso dÃa de sol que voy a ocupar en estudiar fechas, autores y obras y periódicos y lugares de nacimiento... apasionante!!!
Déjà vu
No sé muy bien sobre qué escribir. Tal vez de que es domingo y tengo sueño y deberÃa ir a dormir. Entonces, ¿por qué no lo haces? -os preguntaréis. Bueno, es algo complicado de explicar, supongo, porque yo soy incapaz de explicarlo. Vamos, que no lo sé. Pero ya dije y/o pensé una vez (no recuerdo exactamente cuándo ni cómo) que si algún dÃa alguien hace un estudio sobre mà (¿por qué no?), que no se olvide de investigar las causas de mi absoluta incapacidad para acostarme pronto.
Cambiando de tema (si es que habÃa alguno), hoy tuve una especie de vuelta atrás, de regresión como dirÃa Kris. O no, más bien fue lo contrario, darme cuenta de que he avanzado (oh, no!!). Mmm, no, tampoco eso, me di cuenta de que una persona no habÃa avanzado. Vale, sÃ, me explico.
Domingo, 18:45, lugar: parada del bus en Ramallosa.
Tal vez deba explicar qué es Ramallosa y qué implica estar un domingo a esas horas por ahÃ. Ramallosa es... era un cruce de caminos, que con la evolución se ha convertido en una espléndida zona residencial con gran centro comercial y todo. Y en Ramallosa hay una discoteca. Ramallosa 2000.
La fauna del 2000 es curiosa. O tal vez no. Son adolescentes de entre 13 y x años pertenecientes al gremio de los malotes. Los domingos por la tarde el 2000 abre y Ramallosa se convierte en su territorio.
Bien, pues estaba yo tranquilamente sentada en la parada del bus cuando veo una cara conocida. Era una amiga de una amiga de mis tiempos de la ESO o por ahÃ. Creo que tiene mi edad. Iba al 2000. ¿Por qué?
No es que me sorprendiera eso, siempe hay gente 19 años que aún va (no somos tan viejos...), es que fue extraño. Porque de pronto fue como si tuviese 13 o 14 años otra vez, como si estuviese teniendo un déjà vu. Porque no habÃa cambiado nada por su parte. Nos saludamos y eso, pero vino mi bus y me fui.
Me preguntaba cosas sobre el tiempo. Por qué para mà todo eso es tan lejano (aunque yo sólo entré en el 2000 3 veces, lo juro) y para ella sigue siendo presente.
Son estas las reflexiones de cuando creces...
Gatocán
La Warner está en todas partes, ¿significa eso que aún hay esperanza para nuestros niños? Tienen Pokemons, Teletubbies y Shin Chanes, sÃ, pero esta mañana he visto Gatocán en la TVG, luego otros dibujos de esos en Telecinco (no sé cuáles eran, de un niño que tenÃa dos amigos q eran como dos haditas o algo asÃ), y en la Primera vi algo que parecÃa del estilo (pero luego descubrà que era en Club Disney y me extrañó...). Y a veces ponen el Correcaminos y ccosas asÃ.
Y para quien me lo pregunte: sÃ, esto es lo que hago en vez de estudiar, ver dibujos animados. No creo que sea nada malo...
Bienvenid@s
Por fin, parece que esto va a arrancar. Quizá sea esta mi estación definitiva (que no apariencia). Bienvenidos a mi mundo, un mundo de realidades vistas desde el interior de una burbuja (la mÃa), vistas desde el otro lado del espejo. Realidades deformadas a veces por engaños ópticos y similares otras veces al mundo que todos percibimos.
Estudiar literatura gallega y poner un titular a una entrevista son dos cosas que deberÃa estar haciendo ahora, pero no me apetece. Lo haré, por supuesto. Pero no ahora.
Titular es siempre lo más difÃcil, ya sea una entrevista, una noticia, una canción, un relato o un post. Quizá porque le damos demasiada importancia, porque intentamos resumir cuando tal vez no se trate de eso.
David Bowie con su "Life in Mars" me acompaña en este preciso instante.
Seguiremos buscando mundos.